lunes, 17 de noviembre de 2008

Universidad Icesi.
Comunicación oral y escrita II.
Estudiante: Luisa Fernanda Herrera García.
Código: 08113000.
Profesora: Andrea Rodríguez Mancera.


“La estética de la mujer contemporánea” – (ensayo)


La estética corporal de la mujer contemporánea, tiene características y elementos propios, pertenecientes al concepto de belleza física, manejado por la mujer actual.
El concepto de estética manejado y popularizado, es favorable para el mantenimiento de un estado físico esbelto y armonioso en la mujer, siempre y cuando ella de la importancia precisa, sin ir a los extremos, a la practica de buscar esa belleza o de mantenerla (si ya la posee), para lograr, la belleza en su cuerpo, deseada. También es importante que la mujer tenga una preocupación, no solo por su belleza física, sino también por otros aspectos, como la armonía mental y espiritual, que se deben tener en cuenta, para lograr moldear, una vida saludable, “un buen vivir”, conjugando y teniendo presente, varios de los aspectos que ya mencione, los cuales constituyen en una parte, la vida de la mujer.
Existen un sin numero de artículos y libros que arrojan opiniones, definiciones y consejos, acerca de la estética corporal, el como debe ser manejada, cuales son las características de esta en la mujer contemporánea, por que se dieron ciertas cualidades dentro del modelo de belleza físico actual, y la influencia que puede haber en una percepción que se tenga de la belleza, en la formación de la persona. Los anteriores puntos, son de gran importancia tenerlos en cuenta ya que nos vislumbra luces, acerca de cual, por que y como, es que se llega a definir y conformar un modelo estético corporal y mas aun, por que se puede llegar a considerar favorable y benévolo para el estado físico y espiritual de la mujer.


Dentro de la estética corporal actual, existen practicas que “deben” y es correcto, hacerlas, (según el modelo estético) si se quiere alcanzar la belleza física “ideal”; la industria cosmética actual tiene practicas que se convierten en algo “indispensable” a hacer, para la mujer seguidora de la estética corporal, como lo son, las distintas cirugías plásticas, tratamientos corporales, dietas, ejercicio físico (gimnasio o deportes), una buena higiene personal, el vestuario, los adornos y la fundamental asesoria de un estilista.
Lo que sucede allí, es que, en medio de esas practicas, la mujer deja a un lado y resta importancia, a la opinión que la misma tenga sobre si los tratamientos estéticos son realmente favorables para su cuerpo, si se amoldan a su “honesta personalidad”, forma de ver las cosas, alguna creencia religiosa o, si simplemente una practica estética ayuda al mejoramiento de su aspecto físico y a que se sienta mejor consigo misma y en el momento de relacionarse con otras personas; para convertirse en una simple “consumidora de belleza”, a la cual no le interesa sentir una satisfacción personal y una armonía física y espiritual, sino “cumplir” con los parámetros impuestos por el modelo de belleza, que la rige, para sentirse así, en el mismo estado en que se encuentran las mujeres, que ella considera bellas y perfectas.
Como lo dice el autor Vicente Verdo en su articulo “La mujer embarnecida”:
“Mantenerse en ese estado de excelencia y preservar su equilibrio requiere un arte superior en la estética femenina. Frente a ello, [alcanzarlo] a todo trance supone un requerimiento indigno y un mandato [disparatado], [en el momento, en] que la industria cosmética hace sonar las alarmas”


En la concepción que tiene la mujer sobre la estética corporal, hay un elemento que tiene gran importancia y es el uso de objetos lujosos, elegantes y costosos, que, de cierta manera contribuyen al moldeamiento de lo que es bello. “Lo bello ya no lo es por si solo, lo bello lo es, por la opulencia que hay en el” según lo dice Ángeles Ozama Gil, en el texto "La mujer como objeto estetico" Esto en gran parte es cierto, muchas veces vemos personas en la televisión que no nos parecen bellas físicamente, pero las vemos bellas, inconcientemente, por todas las cosas que traen encima, cosas que nos seducen y de las cuales es difícil sentir apatía, son simplemente cosas, objetos, como un traje Louis Vuitton, zapatos Channel, joyas de la casa Tiffany´s y otras tantas, que nos enceguecen y no nos permiten ver las cosas como son. La importancia dada por parte de la mujer, a objetos lujosos, opulentos y costosos, nace del simple capricho, las mujeres somos caprichosas y mas aun, cuando somos vanidosas y consumidoras definitivas de belleza, estética y lujo. El lujo embellece, lo caro llama la atención y ambas cosas hacen ver bella a la mujer, así, (dentro de los parámetros de belleza, claro esta), no lo sea.
También el uso de lo caro y lujoso, ayuda a sentir bien a la mujer, es algo que esta allí, algo que le pasa, quizás no tengas el mejor rostro, pero con un maquillaje de alta categoría, ineludiblemente te veras hermosa, porque para eso son ese tipo de cosas y también su función, aquí, es donde reside la importancia dada a la abundancia de cosas, que realmente, no son necesarias, pero la mujer para complacer sus caprichos, las convierte en algo necesario.


El canon masculino imperante en cada época, es un aspecto que tiene gran influencia dentro del moldeamiento de la estética corporal femenina. Inevitablemente, en un mundo contemporáneo y global, como en el que vivimos, de igual modo existe un canon masculino, así como en todas las épocas, también lo hubo.
Hay algo claro, la mujer en parte trabaja en su aspecto físico y en estar esbelta, para agradar a los hombres y generar en ellos una atracción (cualquiera que sea), hacia ellas, pero esto, es reciproco, ya que al igual que la mujer, el hombre también trabaja en su estado corporal, para verse agradable a la mujer.
También, hay otro punto a tener en cuenta, y es la condición en la que esta la mujer frente al hombre, actualmente, no es que no se genere el machismo, lo que sucede es que ha tratado de ocultarse tras un telón en donde la mujer tiene igualdad de condiciones, respecto al hombre, esto es cierto, porque hay tanto hombres como mujeres, que viven equilibradamente. Sin dar mas vueltas a esta discusión quiero aclarar algo, y es, que el hombre hoy en día, no esta en una posición de machismo, mientras juega un importante papel dentro del moldeamiento de la estética corporal femenina, sino en un papel de satisfacer sus gustos, preferencias y agrados físicos, propios en una mujer. Hoy en día, el hombre tiene gran preferencia, por una mujer, de contorno delgado, un rostro con facciones delicadas y una voluptuosidad no muy exagerada, solo en algunas partes del cuerpo femenino, como el busto y los glúteos, pero en general, aboga mas por una armonía física, un cuerpo “bien proporcionado”, como dicen comúnmente. “En el ranking de esta indiscutible objetualizacion histórica, la [modelación] del canon estético se ha ido modificando según el grado de civilización y de poder masculinos” (…) “El único hilo conductor que atraviesa los años, los países y las civilizaciones ha sido el sometimiento de la mujer a las normas estéticas patriarcalmente correctas del momento, a cambio de dudosas ventajas y supuestas mejoras en su consideración social” (“La mujer modelada: del corsé a la cirugía plástica”, de Rosa Maria Martínez Moreno)


El sentido que tiene la mujer contemporánea sobre la estética corporal es material, pero es importante dentro de la sostenibilidad de la industria cosmética al intentar alcanzar el modelo estético corporal ideal, sin embargo, el mantenimiento de la industria cosmética y el materializar en su cuerpo ese ideal de belleza física puede entrañar agresión y violencia contra la integridad física femenina, especialmente en casos de practica de la separación de cualquier parte del cuerpo (ablación), estiramiento del cuello, reducción de los pies y un largo… etcétera.
La mujer es un conjunto de muchas cosas, para ella es necesaria la practica de la estética corporal, pero no solo esto es trascendental en su vida, sino también el procurar hacer las cosas bien, ser una buena persona para con los demás y desarrollar positivamente su aspecto intelectual y espiritual, aquí también hay un manejo de estética, una estética enfocada en hacer bien las cosas, como algunos lo afirman, una estética que forma una bondadosa personalidad de la mujer, también es una estética a la cual, dar importancia.

Bibliografía utilizada:


“La mujer embarnecida”
Autor: Verdó, Vicente.
Tomado de la página electrónica:
http://www.elboomeran.com/blog-post/

“La mujer como objeto estético”
Autora: Ozama Gil, Ángeles.
Tomado de la página electrónica:
http://www.cervantesvirtual.com

“La mujer modelada: del corsé a la cirugía plástica”
Autora: Martínez Moreno, Rosa Maria.
Tomado de la página electrónica:
http://www.fundacionfulmen.com/coleccionmujeresdelsur/ensayos/

“La experiencia estética y su poder formativo”
Autor: López Quintas, Alfonso.
(Reseña)



























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